LA VAQUERÍA – LA ENTRADA

Llevo días o, mejor dicho, meses hablando del proyecto de «La Vaquería» en Instagram.

La vaquería no es más que la antigua granja de vacas de mis abuelos. Además en la misma finca hay varias construcciones en ruinas y un inmenso terreno.

Tengo un vago recuerdo de pequeñito ir ahí y ver terneros con la granja en funcionamiento pero solo eso, un vago recuerdo.

Para empezar a situarnos he hecho un cutre-plano para que veáis como fue durante más de 40 años la granja, además he utilizado la «nomenclatura» con la que  bautizaron los compartimentos 😉

plano 1

Después se fueron las vacas y la granja pasó a ser un almacén de cacharros, sin ningún uso. Además el  terreno que la rodea se convirtió en un cañizal que incluso se incendió en un par de ocasiones.

Entonces tocó una primera acción y mis padres compraron un tractor para, por lo menos, labrar el terreno y que dejara de tener ese aspecto de finca abandonada. Ese tractor tiene tela,  ríete tú de un vehículo vintage. Una vez lo enseñé en Instagram.

Ese tractor necesitaba ser guardado en algún lado, y ahí empezó la nueva historia de la vaquería. Allá por el 2000 mis padres decidieron  rascar un pequeño trozo de esa granja y hacer un comedor con chimenea y una pica de cocina para comidas familiares o reuniones con amigos, pero nada más que eso, un pequeño comedor. El resto del espacio seguía siendo almacén.

Os dejo otro cutre-plano donde ya aparece el comedor, al cual siempre accedemos por la puerta que este tiene.

plano 2

Han pasado los años y la familia ha ido creciendo, y con ello las ganas de mejorar ese espacio.

Pero no hablaré del comedor, si no de un espacio anexo que hace de «entrada», y  que os voy a señalar de nuevo en otro plano (remarcado en azul)

plano 3

Nadie entra por ahí, ya que es la puerta por la que antiguamente se accedía a la granja.

Queda separado de la granja por unas chapas metálicas que lo cierran por su lado derecho, y en esa entrada es donde se guardó el tractor varios años.

Ahora ese espacio hace de distribuidor para acceder a 2 habitaciones de las que tampoco os hablaré de momento (estoy de un misterioso que pa qué), y que de momento seguiré llamando «cuarto de la ordeñadora» (me pregunto cómo narices entraba la vaca por la puerta que tiene) y «almacén», donde se guardaban vacunas, lecheras y demás.

Llegados a este punto aclararé que la vaquería no es un lugar refinado, ni es una vivienda ni pretendemos que esté impecable, simplemente es el lugar donde nos juntamos, los niños juegan y los adultos nos reunimos alrededor de la chimenea resguardándonos del frío en invierno o huyendo del calorazo en verano.

Así que… dentro foto del antes:

entrada huerta 1

Como veis tiene un estilo muy rústico, mi madre es muy de pongos: vasijas, tinajas, antigüedades y el término «vintage» le sirve para dotar a cualquier objeto de pieza decorativa. En mi casa no somos muy del menos es más.

Esta «entrada» la pintó hará un par de años para sanear las paredes, no nos olvidemos que por aquí había tráfico de vacas. También entonces pintó las puertas, pero la humedad y la corriente que corre por dentro de la edificación ensucia todo muy rápidamente. Reconozco para las fotos del antes metí mano y con ayuda de mi señora madre vaciamos cacharros y limpiamos, que aunque esto sea una foto de un previo hay que guardar la compostura 😉entrada huerta 2

En la pared opuesta un colgador que hizo mi padre  y un mueble de mi bisabuelo. Estos 2 se merecen un lavado de cara.entrada huerta 3

Las lecheras no pueden faltar ni faltarán nunca.entrada huerta 4

Pero una vez presentado el espacio toca atacar con el curro más duro.

Las paredes nunca han sido refinadas, ni siquiera tienen yeso, es directamente cemento puesto a muy mala leche.

Como estamos en la vaquería y aquí todo sirve no hacía falta complicarse la vida, así que una lijadita para suavizar un poco las paredes eran más que suficiente. Una lijadita de un par de horas.

Acabé como si viniera de una fiesta holy colors, pero las paredes son muy agradecidas y quedaron bastante suavitas.entrada huerta 5

Aquí entra en juego la materia prima de todos mis tuneos y que hará que la vaquería luzca más molona: ¡la pintura!.

Ya cuando tuneamos la casa y el apartamento los mayores logros los conseguí con pintura y esta vez espero que no sea menos.

Como siempre he utilizado Bruguer, mi favorita. No es peloteo, pero esta pintura ha devuelto mi fe en el «Monocapa» y es que nunca había conseguido pintar de una sola pasada una habitación.
entrada huerta 6

Mis padres me han dado rienda suelta para escoger colores y opté por un Sáhara (amarillo intermedio) para esta zona. La gama de los colores del mundo es muy amplia y acertada.

-«Es como si saliera el sol» . Decía mi madre contenta.

Y yo contento con la elección, reconozco que al abrir el bote me asusté, no quería nada demasiado estridente para un entorno «rústico» pero una vez aplicado el color es mucho más suave y las paredes agradecieron un poco de vidilla.

Además, al ser monocapa no nos llevó más de una hora pintar todo. Una maravilla que nos dejó flipando a madre e hijo.

El techo son placas de uralita, como se ve a través de la puerta, un horror pero que de momento por falta de presupuesto se quedará así, lo que sí hicimos fue pintarlas con pintura Blanco Total, que quieras que no lo saneó muchísimo.

entrada huerta 12

Aquí el fallo del post, no quería desvelar en qué se ha convertido el almacén, pero no pensé de cerrar la puerta para la foto, ARGH!

Las puertas las pintamos con esmalte Acrylic satinado, no hice fotos del proceso, pero fue muy sencillo: limpiar a fondo la puerta, lijar suavemente, limpiar de nuevo y una única pasada con el rodillo. Quedaron blancas como los dientes de David Meca, contrastando con el amarillo intermedio de las paredes.
entrada huerta 7

Y aunque aún no la he tuneado, la estantería del señor Segundo (papá) volvió a su lugar, luciendo más juvenil ahora en su nuevo entorno.entrada huerta 8

Para la pared en la que estaba el mueble castellano me he inventado un mueble, que os enseñaré en un próximo post, ese mueble se me hacía muy pesado visualmente y ya que mi madre tiene tanto que exponer quería algo «abierto».

entrada huerta 9

No explicaré aún cómo lo he hecho, a ver si adivináis vosotros 😉entrada huerta 10

Pero esto no es todo, en este proyecto de La Vaquería el curro no está siendo poco, y esta es la parte más light, pero para ir abriendo boca no está nada mal.

Vendrán más entregas, me viene a la cabeza el curro que nos pegamos en el baño de la casa del pueblo y que os presenté en varias entregas, así que esto será igual, poco a poco y explicando avances, pidiendo opinión y disfrutando del proceso, slowly.

Si todo va bien en el próximo capítulo os enseño la entrada al completo, pero aún falta terminar la puerta metálica y renovar el colgador.

Además, nos queda por descubrir qué habrá sido de los 2 cuartos: el almacén y la ordeñadora.

¿Me acompañáis en mi nueva aventura decorativa?

22 Comments

    1. Javi yonolotiraria

      ooooooooh! que buena Pilar! tenía mis dudas de si publicar por estancias ya terminadas o avanzar poco a poco, y veo que esta segunda opción os hará engancharos como si de un culebrón se tratata! hahahahhah
      Gracias por venir, y como siempre te espero en próximas entregas :)

      besote!

  1. Marmota

    ¡Guapísimo!  Ya se echaba de menos en el blog un proyecto de reforma total.
    Las antiguas cubiertas de Uralita llevan amianto, DANGER! , si algún día las retiras es fundamental llamar a una empresa profesional que se dedique a eso…. 

  2. Pepi Lonca

    Hola Javi soy mama hasta yo estoy intrigada de como quedaran las otras partes de la vaqueria estoy con lo de un comentario yo tambien esperare sentada esperando la sorpresa ???????

  3. Maria jesus

    Hola, las vacas no entraban…. Allí estaban las lecheras y un enfriador, además allí se lavaban, y el almacén era para el pienso, me alegra ver el cambio y espero poder seguir disfrutando en próximas entregas. 

    1. Javi yonolotiraria

      jajaja! justo eso me ha dicho mi padre, que en ese cuarto se guardaba el enfriador. Ya me veía yo a los pobres abuelos empujando la vaca por la puerta!
      Veo que describes muy bien la vaquería… la conociste en sus tiempos mozos?

      1. maria jesus

        Hola Javi, mis padres tuvieron la Vaqueria en alquiler al que supongo que era tu abuelo Federico, desde 1973 hasta 1990-91 aproximadamente, ahí me crie yo, … aun esta el teléfono negro que había en el cuarto de las lecheras?? mira si la conozco que supe que era ella nada mas ver el plano. En fin cosas del internet, y de que este mundo es un pañuelo, además es que te sigo por Facebook sin saber quien eras, por tus publicaciones y porque me gusta todo lo de restauración de muebles y de reciclaje.

        Lo dicho… Mucha suerte con el proyecto y sigo viendo como evoluciona. :)

        1. Javi yonolotiraria

          Si, era de mi abuelo al que no conocí, pero el recuerdo que tengo de las vacas es de ir ahí (fijate tú, tendría 3 o 4 años) y ver los terneros que eran de tus padres.
          El teléfono negro… ¿sigo con la intriga o te lo desvelo? Seré bueno y te diré que sí está, pero lo movimos al comedor, eso sí, no funciona, era de los de «centralita», pondré una foto.
          Joé, me ha emocionado tanta casualidad!
          En el próximo post, con tu permiso,  explicaré esta anécdota que me parece muy divertida 😉

          Espero que te gusten los avances que vayamos haciendo.

  4. Pepe Oliva

    Siiiii!!!!!! Te acompañamoooos!!!!

    Que emocionante! Pues fíjate que «La Vaquería» pensaba yo que era un sarao de los que te metes, como «El Recicladero», jajajaja. Menudo tesorito tienen contigo tu familia! Seguiré el procesooo!!!

    1. Javi yonolotiraria

      nono pepito, la vaquería es la granja de mis abuelos que siempre la llamamos así en casa. De tesoro nada, aquí estamos pringando todos, ya verás tú los próximos capítulos que hermano más mc gyver que tengo!

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