Si hace unos días os enseñé cómo hacer un bote de la calma con un bote de Nescafé hoy es turno de otro proyecto chulo, y es que en esta ocasión haremos una jabonera.
Este tarro es carne de DIY, y es que son infinitas las posibilidades que nos ofrece a la hora de tunearlo.
Su silueta me pone, sí, esas curvas me provocan la imperiosa necesidad de «meterle mano» y convertirlo en «algo», y me pareció divertida la idea de que el propio tarro resultase decorativo.
Así es como decidí dejar de guardarlo en el armario del desayuno y hacerlo visible… y útil.
Así que larga vida a los botes de Nescafé y sobretodo al DIY
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¿Sabes qué? Me lo voy a hacer, porque me parece perfecto para la cocina, es una idea genial