Aparador estilo industrial. A juego con la mesita!

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En el post anterior os mostré como decidí convertir una mesita normalucha de los años 60-70 en una de estilo industrial, más personal y actual. Os mostré una foto donde se veía una cómoda de la misma época más o menos, que se asemejaba y decidí emparejar. En la siguiente foto la apreciaréis mejor:

 Su estado: Madera ok. Barniz flojo. Solo 2 tiradores de 6 y uno sin la placa decorativa (el de arriba). Las patas fuertes. Ni rastro de carcoma…
Examinado bien merecía un intento de tuneo, pese a tratarse de chapado (la mesita anterior era maciza de madera). Limpieza a fondo con jabón y estropajo y dejar secar. Como soy un ansias lo arrimo a la chimenea y en un minuto la madera seca seca.

 Ya limpio y seco tenía que quitar los embellecedores dorados que llevan los cajones en la parte inferior. No me desagradaban pero cuando se trata de emparejar dos muebles hay que hacer pequeños sacrificios. Haciendo palanca con un destornillador plano saltaban facilmente ya que iban grapados al conglomerado.

 Aquí viene el momento lija. No me canso de insistir: lijada suave para matar brillo y abrir poro. En esta foto veis la diferencia entre la zona lijada (dcha) y la no lijada.

 Para este tipo de trabajos la mouse funciona de maravilla. En un momento tenía el mueble lijado, y al tener formas tan rectas no supone ninguna complicación. Si os animáis a tunear un mueble os recomiendo uno de este estilo.

 Ya lijado de nuevo, y limpio (pasé bayeta húmeda) era el momento del esmaltado. Me sobró un dedo de pintura en el bote gris de la mesita anterior y tenía mis dudas. Pero por suerte para mí con una capa cubrió bastante bien. Me limité a las zonas que quedan a la vista dejando tal cual zonas escondidas, como el interior.

 Una vez pintado armazón y cajones pasé la lana de acero a cantos y algún que otro arañazo al resto para simular el efecto «viejo» (que no antíguo). Esto empezaba a coger forma y a asemejarse a su hermana pequeña!

 Pese a ser un mueble de 40 años mínimo el interior de los cajones estaba impoluto, con una madera clara en los laterales y una lámina como de marquetería haciendo de fondo. Cantaba demasiado, y más viendo lo envejecidos que habían quedado los de la mesita. Que odiosas pueden resultar las comparaciones! Así que con un tinte roble (el mismo que utilicé para las patas) oscurecí las maderas tan claritas. En la foto veis de pie un cajón tal cuel estaban y tumbado uno ya con el tinte.

 Las patas tenían un tono que no sabría definir, así que las lijé (en la foto 2 lijadas y 2 que todavía no). El metal simplemente lo abrillanté con Aladdin. Después les dí el protector color roble y quedaron nuevas!.

 Os suenan? son los mismos que la mesita, estaban muy bien de precio y me hice con 2 paquetes de 6 uds cada uno.

 En este mueble opté por poner los números en lugar de letras. Guardaba por casa unos retales de goma-espuma que me habían sobrado de un reloj de esos adhesivos (vale, me explico muy mal). Los guardé ya que los ví interesantes como plantillas para números grandes. De nuevo los dibujé con rotulador permanente negro y los repasé con esmalte negro. Al ser más grandes fueron más fácil de hacer que los de la mesita del anterior post. No me dí cuenta al hacer la foto que el mueble salía con gotas (mientras hacía los números me sorprendió la lluvia en la calle y entré corriendo a hacer la foto, de ahí los puntitos blancos que se ven)

 Utilicé el mismo papel para forrar el interior. De nuevo al barnizarlo se envejecía por arte de magia. Aprovechando que barnizaba el papel le dí una pasadita a todo el mueble para protegerlo.

 Aquí tenéis otra vista del detalle de los cajones. La madera bonita la barnicé y quedó estupenta. El fondo que como ya he dicho es marquetería queda disimulado con el papel y el conjunto resultón.

 Aquí la foto de familia. Aprobais me incursión en el mundo industrial? debería extremarlo más?
Pronto disponibles en la SHOP

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